


PORTADA: ISTOCK
Un día escuché una frase que me dejó callado, y esa frase decía: “Qué tan dañados tenemos que estar para buscar hacerle daño a alguien”, y a lo que voy con esta frase, y con la intención de llevarlos a repensar lo que piensan, es con el objetivo de poner sobre la balanza nuestra capacidad de amar, de querer y de estar con alguien.
Un día no muy lejano me andaba, literal, enamorando, y al principio todo parece perfecto, los defectos gustan, la impuntualidad se perdona y el control es algo que nunca vemos como alerta. Y es que conocer a alguien es enfrentarse a una serie de obsesionesnuevas.
Es enfrentarse a temores y atracciones insólitas, en definitiva, uno se enfrenta a formas originales de ejercer miles de manías.
Pero por desgracia, sobre todo durante las primeras citas y los primeros meses de relación mucha gente tiende a ‘autoesconderse’, a revelar lo menos posible de sí mismo, y se dedican hacer de sus gustos algo extraordinario.
Parte del éxito de una relación es reconocer los tiempos, ya sean de trabajo y los tiempos que ambos se regalan para estar juntos. En ocasiones no habrá otra que dedicar más tiempo del deseado a asuntos del trabajo.
Así que no se frustren, y entiendan que hay ciertos trabajos, momentos o tareas específicas que requieren una dedicación extra.
Les cuento esto porque me pasó, me pasó tan cruelmente que como dice la canción “todo se derrumbó” y no era yo, era mi horario de trabajo... y el tiempo lo dijo todo y pues he aquí uno soltero contando historias.
Si no me entendieron, básicamente me mandaron a volar, porque según no tenía tiempo.Hasta que caí en razóny me di cuenta de que cuando queremos tener tiempo para algo, lo tenemos incluso aunque no lo tengamos. Y sí, suena como trabalenguas, pero siempre hay la oportunidad de buscar tiempo para lo que nos gusta. De ahí nace la habilidad de delegar y dar prioridad a todo lo que hacemos.
No crean que todo el trabajo es esencial, o que no se puede hacer en otro momento, o de otra forma, o incluso no hacerlo. No hagan una montaña con un grano de arena.Al final uno se queda con lo que uno elige, nada llega solo, nimucho menos nadie nos obliga a vivir tóxicamente.
Y a veces parece complicadísimo encontrar con quién compartir lo que somos. Yo sólo les digo que la búsqueda termina exactamente donde comienzas amándote a ti mismo. Una vez que logres amarte completamente, podrás transmitir esa seguridad y esa madurez que te hará entender el valor del tiempo y es ahí donde nace el amor.